– Por Redacción Guía Libre
Los trastornos neurológicos —desde el ictus y las demencias hasta la epilepsia y las secuelas perinatales— se han consolidado como una de las mayores amenazas sanitarias del planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó este 14 de octubre de 2025 que estas condiciones provocan cerca de 11 millones de muertes cada año y llamó a los gobiernos a acelerar políticas de prevención, diagnóstico y rehabilitación, porque sin acción “la carga seguirá aumentando y profundizará las desigualdades”.
El salto en la última década no se explica solo por la medicina: el envejecimiento poblacional y el crecimiento demográfico elevan el número absoluto de casos; pero también pesan factores prevenibles como la hipertensión, la hiperglucemia/diabetes y la contaminación del aire, que inciden en ictus y demencia vascular.
| La actualización 2024 de la Carga Mundial de Enfermedades (GBD, por sus siglas en inglés) —cifras que analiza la OMS— estima que más de 3 mil millones de personas viven con alguna condición neurológica y que estas son ya la principal causa de enfermedad y discapacidad a nivel mundial. |
En México, los registros de mortalidad del INEGI confirman que la abrumadora mayoría de defunciones obedece a enfermedades y problemas relacionados con la salud (no externas). Para 2024 (corte preliminar) el 89.6% de las muertes entró en esa categoría; los informes definitivos 2023 y los reportes 2024–2025 muestran, además, el peso creciente de las enfermedades crónicas en edades avanzadas, donde se ubican el ictus y las demencias.
El ictus (derrame cerebral o embolia) sigue siendo el gran “golpe silencioso” del sistema nervioso. Cifras de salud pública lo colocan entre las cuatro primeras causas de muerte y discapacidad. A nivel global, los datos consolidados contabilizan más de 7.2 millones de muertes por eventos cerebrovasculares (isquémicos y hemorrágicos).
En México, el Hospital Civil de Guadalajara informa que la enfermedad vascular cerebral fue la cuarta causa de muerte en mayores de 45 años y por ejemplo contabilizó 36,152 decesos en 2022.
Las demencias (con el Alzhéimer a la cabeza) también avanzan en todo el mundo sin pausa. México no es la excepción, documentos técnicos y comunicados de salud federal reportan que 7.8% de las personas de 60+ años vive con Alzhéimer, y que demencia y demencia vascular concentran la mayor parte de casos. En términos de carga, la demencia se ubica entre las condiciones neurológicas que más años vividos con discapacidad generan y es causa principal de muerte en 70+ en análisis recientes del país.
Jalisco también es parte de estas cifras apabullantes. Aunque la mortalidad específica por causa se publica de forma agregada por INEGI (y requiere desagregación por entidad para series completas), los tableros estatales y los hospitales de referencia en Guadalajara confirman el impacto del ictus, la epilepsia y los trastornos cognitivos en la demanda de urgencias, hospitalización y rehabilitación, en un contexto de capacidad insuficiente para neuro-rehabilitación intensiva posictus y demencia.
Al desafío epidemiológico se suma un cuello de botella de personal en los hospitales y centros de salud: estimaciones recientes señalan menos de 2,000 neurólogos en México (≈1 por cada 72 mil habitantes), una densidad muy por debajo de estándares internacionales y con fuerte concentración en las principales zonas urbanas (CDMX, Nuevo León, Jalisco). La literatura sobre especialistas confirma además la desigualdad territorial en la distribución de médicos.
¿Qué toca hacer?
(1) Prevención de riesgo vascular (detección y control de hipertensión, diabetes, obesidad).
(2) Fortalecer la atención aguda del ictus (unidades de atención cerebrovasculares en todos los hospitales) y ampliar la rehabilitación temprana.
(3) Desplegar una política de salud cerebral de curso de vida (desde el embarazo y el periodo neonatal hasta el envejecimiento), algo que la OMS acaba de volver a exigir expresamente a los países.
| Datos clave para México y Jalisco
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Muertes por causas de salud (no externas) en México: 89.6% del total de defunciones registradas en 2024 (preliminar). (INEGI)
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Ictus (mundo, 2021): ≈7.2 millones de muertes combinadas (isquemia + hemorragias).
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Ictus en México: 36,152 defunciones (2022) y 4ª causa de muerte en personas mayores de 45 años. (Hospitales Civiles de Guadalajara)
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Demencias en México: 7.8% de los adultos mayores de 60 con Alzhéimer. (Gobierno de México)
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Neurólogos en México: ≈1,800 (≈1 por 72 mil habitantes). Mayor concentración de estos profesionales en Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León. (Reportesalud.com.mx)
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En 2025 alrededor de 11 millones de muertes/año por trastornos neurológicos; la OMS pide acelerar políticas de salud cerebral.
¿Qué es un ictus?
Un ictus es lo que comúnmente se conoce como “derrame cerebral” o “embolia”. Ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del cerebro se interrumpe o se reduce de forma repentina, impidiendo que las células cerebrales reciban oxígeno y nutrientes.
Esa falta de riego provoca que las neuronas comiencen a morir en cuestión de minutos. Hay dos tipos principales: el ictus isquémico, causado por un coágulo que bloquea una arteria (representa cerca del 85% de los casos), y el ictus hemorrágico, cuando un vaso sanguíneo se rompe y provoca sangrado dentro del cerebro.
Sus síntomas suelen aparecer de golpe y son muy característicos:
👉 Rostro caído o entumido
👉 Dificultad para hablar o entender
👉 Pérdida de fuerza en un brazo o una pierna
👉 Visión borrosa o mareo repentino
Ante cualquiera de estos síntomas, actúa sin dudar: llama al 911 o acude a urgencias.

