– Por Redacción Guía Libre
Muchos, o más bien la gran mayoría de los jaliscienses, lo ignorábamos, pero un hecho sin precedentes en la historia de la reproducción asistida, tuvo lugar en México el 14 de abril de 2025, en la clínica Hope IVF México ubicada en Guadalajara.
Se trata del nacimiento de un bebé que fue parte nueve meses antes de un programa piloto de automatización de procedimientos de fertilización in vitro (IVF) que incorporó automatización robótica e inteligencia artificial para realizar gran parte de las tareas de laboratorio. Este avance marca un paso significativo hacia la integración de tecnologías automatizadas en la medicina reproductiva.
El procedimiento fue desarrollado por la empresa Conceivable Life Sciences, con sede en Nueva York, que diseñó un sistema llamado AURA, capaz de realizar de manera automatizada más de 200 pasos del proceso tradicional de fertilización in vitro.
Entre ellos se incluyen la manipulación de óvulos, el manejo del esperma y la inyección intracitoplasmática (ICSI), tareas que normalmente requieren alta precisión manual por parte de embriólogos.
De acuerdo con reportes de medios científicos y tecnológicos internacionales como LiveScience y The Washington Post, la fecundación se logró con supervisión remota de especialistas desde Estados Unidos. El sistema automatizado realizó la fecundación del óvulo sin intervención humana directa, aunque las etapas de recolección y transferencia del embrión al útero sí fueron realizadas por personal médico.
El sistema AURA busca estandarizar y abaratar los tratamientos de fertilidad mediante el uso de robots y algoritmos de inteligencia artificial que controlan la temperatura, manipulan microinstrumentos y evalúan la calidad de los embriones con alta precisión. Según la empresa, su tecnología tiene el potencial de democratizar el acceso a la fertilización asistida en países con recursos limitados o con escasez de laboratorios especializados.
Hasta el momento, solo se ha confirmado el nacimiento de un bebé concebido con una versión automatizada de este sistema en México. Aunque la compañía ha informado sobre resultados exitosos en “pruebas de concepto” con múltiples embarazos, no existen publicaciones científicas revisadas por pares que certifiquen la cifra de nacimientos ni la aplicación masiva del método AURA.
Expertos en bioética y fertilidad han señalado que estos avances representan una nueva era en la medicina reproductiva, pero también plantean desafíos éticos y regulatorios. La automatización de procesos tan sensibles como la fecundación humana requiere marcos normativos claros, transparencia en los ensayos clínicos y garantías de seguridad para los pacientes.
Por ahora, el nacimiento de este primer bebé marca un hito pionero en México y el mundo, al demostrar que la combinación de robótica e inteligencia artificial puede integrarse en la fertilización asistida. Aunque aún se trata de una tecnología experimental, su éxito inicial abre la puerta a una revolución en los tratamientos de fertilidad del futuro.
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