Opinión, por Liliana Briseño Pelayo //
Cuando hablamos de relaciones interpersonales, es común que pongamos etiquetas que nos expliquen, o al menos nos permitan entender un poco mejor la razón por la que algunas personas se comportan de tal o cual manera, para quitar algo de confusión que puede provocar una relación complicada o incluso violenta.
Es por eso que muchas veces se dice que es una relación “codependiente”, y que es ese el motivo por el cual “no se separan”. Lo que realmente ocurre es que la sociedad nos da ciertos mandatos que, ya sea de manera consciente o inconscientemente, nos vemos obligadas u obligados a cumplir.
Por muchos siglos las mujeres dependían económicamente de un hombre, ya fuera padre, esposo o hermano, pues se les consideraba incapaces de administrar una casa y mucho menos un negocio. Esa costumbre se fue transmitiendo de generación en generación, siendo las mujeres educadas desde la niñez para atender a una familia y depender de un proveedor.
Es por eso que esta “codependencia” resulta ser más usual en las mujeres, a pesar de que ya hay muchas que son las proveedoras del hogar, pero el mandato se ha quedado tan interiorizado generacionalmente.
Siempre se ha dicho que cada género cumple un rol específico, por lo que se debe buscar a la “media naranja”, “la mitad que nos complementa”, cueste lo que cueste, aunque sea una pareja abusiva, infiel, irresponsable, violenta.
Cuando nos demos cuenta de que somos personas totalmente completas con o sin pareja, que tanto hombres como mujeres podemos y debemos hacer las mismas actividades que cualquier persona adulta funcional hace, dejaremos de “depender” y buscar una pareja que no nos corresponde (hablando desde el plano afectivo).
Así es que cuando pienses que no puedes cortar tu relación porque “dependes mucho de tu pareja”, analiza si no estás con él o ella por los motivos erróneos, y que, lejos de hacerte sentir feliz, estable, amada/o y protegida/o, te causa conflicto la relación, tienes dudas constantes y te hace sentir que no vales.
Siempre puedes pedir ayuda, ya sea a tus redes de apoyo o a personas profesionales en la salud mental.
Características comunes de la codependencia:
-
Necesidad de aprobación: La persona codependiente busca validación constante y le tiene miedo al rechazo.
-
Dificultad para poner límites: Tiene problemas para decir “no” o para establecer límites saludables.
-
Autoestima baja: Siente que su valor depende de lo que hace por los demás.
-
Control y sobreprotección: Trata de “salvar” o “arreglar” a otros, incluso cuando eso le hace daño.
-
Negación de necesidades propias: Se desconecta de sus propias emociones, deseos o bienestar
*Liliana Briseño es psicóloga titulada y certificada, con especialización en temas de violencia en la pareja.
E-mail: lilianabriseno@gmail.com
Facebook: Liliana Briseño Acompañamiento Psicológico

